En la infinita llanura el polvo se levanta con el paso del gran convoy . Una hilera de caravanas vigilada por dos solitarias montañas, de resplandor grisáceo . D emasiado lejanas para llegar en esa noche, pero demasiado cercanas para que su influencia se sintiera. Suspiro de una frialdad pétrea que se arremolina en la mente de cada colono y comerciante. Ahogando su garganta, silenciando su murmullo, observa su paso, simplemente esperando. William Berry, un hombre tan limpio como una comadreja, con un cabello que perdió la batalla contra las canas, monta en un testarudo caballo de nombre Sultán, como único guía a la cabeza del convoy. Ya familiarizado a esa sensación, que tras más de quince años recorriendo las llanuras, se ha convertido en otro compañero de viaje. U no a tener en cuenta, ya que nunca sabe cuando se decidirá a actuar. Intuyendo que en ese momento ni el wínchester que cuelga en su espalda le servirá para evitar aquello que le tengan preparado las monta...
Bajo una baldosa no lejos de la catedral se descubrió una serie de manuscritos antiguos y ajados por el tiempo. Así que ponte cómodo amigo, y comienza a leer estos Relatos encontrados en Huesca.